Un lugar donde pensar

Un lugar donde pensar
La habitación de van Gogh (Vincent van Gogh)

11/7/10

¿Odio?

Ese día no me levanté porque mis hijos vinieran a despertarme, o porque mi mujer tuviera prisa para ir al trabajo, o quizás porque mi madre estuviera pasando la aspiradora un sábado de resaca, ese día no.

Fue una luz, un flexo aturdidor apuntándome a la cara o quizás un golpe en mi mandíbula casi rota y ensangrentada, yo diría que fue un poco de todo, el caso es que me desperté en un lugar mugriento y desconocido, con gente que no había visto en toda mi asquerosa vida y que posiblemente me odiaban ¿y por qué razón? No tenía la más mínima idea, incluso quizás no existiesen razones, a veces no las hay para odiar, simplemente se odia sin saber por qué, como ocurre con la mayoría de las incógnitas del mundo.

Sólo se que ellos me pedía algo que yo no tenía y que nisiquiera sabía que podía ser. A veces pensaba ¿se habrán confundido de persona? Probablemente estuviera en el momento y en el lugar incorrecto, huyendo de mi familia.

Tampoco sabría decir cuanto tiempo estuve en ese antro, si estuve horas, días, meses. ¿qué más da? Creo que al forense no le importó mucho, ni a los medios de comunicación que anunciaron mi muerte y mucho menos al presidente del gobierno. Eso en cualquier caso les importó a esas personas que estuvieron día a día conmigo, esas personas que me aguantaron hasta el último de mis días. Sólo les importaba a aquellas personas que, paradójicamente, más odiaba antes de mi muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares

Musica pura

Letras

Traductor