25/4/10
24/4/10
23/4/10
19/4/10
Los sueños, sueños son
18/4/10
El placer de Arturo II
Transcurrieron varias semanas para que saliera de mi acogedora casa, ya que ese acontecimiento sucedido en el faro me había hecho sumergirme en lo más profundo de mi ser. Ahora me había aficionado a la música, cosa que con anterioridad a ese acontecimiento no recuerdo que hubiera escuchado composición musical alguna. No podía dejar de escuchar, se me planteaba como una necesidad, ulterior, pero al fin y al cabo una necesidad.
Me encontraba sentado en mi gran sillón de tela verde, un tanto viejo y descosido pero verdaderamente más cómodo que cualquier otro sillón que pudiera comprar, con una copa de whisky holandés en la mano, escuchando a Tchaikovsky. Experimentaba una enorme sensación, la paz inundaba mi alma intranquila, me sentía un hombre realizado, hecho por completo, parecía haber encontrado mi camino para llegar a la felicidad. En ese instante cerré los ojos y tras eso una avalancha de recuerdos se aparecía como fantasmas. Ya no estaba sentado en mi sillón verde escuchando música, ahora estaba en la casa de mis padres; Al fondo de la habitación veía a un niño pequeño y junto a él, su padre, gritándole y diciéndole como debía ser. Ya casi no me acordaba de este pequeño recuerdo, casi me había olvidado de cómo era mi padre, ese gran pintor que intentaba llevarme por el recto camino, que intentaba convencerme a gritos de que lo que él hacía era lo único verdadero en este mundo, lo único bueno.
Ese día no pude pegar ojo en toda la noche pensando en todos los acontecimientos pasados y en las repercusiones de estos. Realmente ese hecho me había suscitado a pensar sobre preguntas que jamás me había rondado la cabeza. Parecía como si el hecho de matar a una persona hubiera inspirado en mí una especie de sensibilidad que antaño no tenía. Sentíame por entonces una tanto descolocado, ya que era incapaz de reconocerme a mí mismo ¿había cambiado realmente? o es que ahora, tras tanto años, había descubierto la naturaleza de mi ser ¿Estaba cerca de aquello a lo que mi padre consideraba como bueno? Una nebulosa parecía recoger todos estos pensamientos que me tenía en vilo; Había entrado en una encrucijada que debía resolver.
13/4/10
Asentimiento
que me llevas por donde quieres
me traes, me hieres;
no preguntas pero tampoco respondes.
Sufrir me haces sin condición
¿Por qué esa crueldad?
¿Acaso nací para sufrir?
Quizás sí, quizás no.
Ahora mis tabiques se caen en pedazos,
poco a poco, litigando;
a pequeños martillazos
necesarios e insistentes.
Tú no ruegas perdón,
daño haces para dar cuentas de tu posado,
escondida tras las esquinas,
esperando a un error aclamado.
Siempre estuviste ahí,
agarrada a un clavo hirviendo,
atada a los seres insignificantes,
sufridores por miedo y espanto.
Así, quizás sufrir no se elija,
quizás vivir tampoco
solo quiero decirte,
que tú, amor, a pesar de todo
5/4/10
Versos tristes I (Rubén Darío)
Entradas populares
-
Ante esta última frase del Tractatus de Wittgenstein, se me han venido muchas cosas a la cabeza, algunas de ellas se fueron como estrella fu...
-
Camino de rosas me dijiste una vez, eso es la vida, dualidad incrustada en ella: esto es belleza y espinas. ¿Porque nos duele tanto aceptar ...
-
( Muerte y vida ; Gustav Klimt) Ya no puedo seguir más, ya mi mundo en pedazos está todo parecía bonito, bello, ¡de verdad! pero engañado p...